El año 2010 se me diagnosticó una enfermedad crónica de tipo autoinmune, lo que fue para mí devastador. No soportaba la idea de tener algo que salía de mi control y que la medicina tradicional señalaba que no tenía cura. 

   Por suerte en el camino, gracias al apoyo de profesionales, familia y amigos, me fui dando cuenta que justamente éste diagnóstico sería lo que me daría la fuerza para desarrollarme en lo que me apasionaba, ayudar a otros a sanar desde la aceptación del propio dolor. 

  Este camino que recorro hasta la actualidad me ha permitido ayudar a muchas personas a transitar el difícil camino que significa un diagnóstico de ésta índole. A través del trabajo en conjunto, te ayudo a volver a mirarte, aceptarte y amarte de manera integral y tal cuál eres.